miércoles, abril 27, 2005

ENTRE LA LIBERACIÓN Y LA OPRESIÓN


____________________________ Rocío Yaneth Arteaga Muñoz

La dinámica social en la que nos desenvolvemos como nos refiere Mauro Wolf, se caracteriza por presentar a la liberación y opresión como dos tendencias en constante conflicto y, donde generalmente prevalece esta última.
Un resultado atribuido a los medios de comunicación, en la medida que contribuyen a mantener un sistema de ideología con la trasmisión de mensajes con una alta carga de esencia dominante.
Sin embargo, el asunto principal consiste en entender a esta dinámica social como un todo. Lo que implica una visión general de la sociedad en cuanto a sus formas, términos y escenarios, lo que significa a su vez, realizar un análisis de los mass-media, que se han convertido en una especie de caja de emisión de una serie de significados que colaboran con un objetivo final: la manipulación.
Como sostiene Wolf, el hombre está en manos de la sociedad que lo maneja a su antojo. Aún más, en una sociedad como la nuestra, con escenarios cada vez más tecnologizados y dependientes de los medios, los cuales se encuentran repletos de mensajes con un alto grado de carácter subliminal más efectivo y que penetra profundamente en el inconsciente de la audiencia; determinando su desarrollo y accionar cotidiano.
Mensajes que responden-en algunas ocasiones- al sometimiento por parte del poder político o económico y que ha dado lugar, al nacimiento de las denominadas “Industrias culturales”, puesto que, si bien la cultura de las sociedades ha surgido desde los mismos individuos, ahora se desenvuelven bajo contenidos estigmatizadores y de dominación, que han logrado despojar a las personas de su subjetividad, y que ha traído consigo la formación de individuos cada vez más conflictivos y materialistas.
Vivimos pues, bajo una esfera de dominación y estigmatización como producto de la influencia de los medios de comunicación que ha cambiado totalmente el desarrollo de nuestras sociedades, en la medida que asistimos a contemplar escenarios de constantes conflictos entre los intereses políticos – económicos, y el desarrollo de las dinámicas y libertades individuales.
Escenarios en los que no se avizoran mayores señales de cambio que se traduzcan en la construcción de medios de comunicación más humanos que ayuden a la educación y formación de ciudadanos y ciudadanas cada vez más libres y responsables. Todo lo contrario, más bien subyace la idea de imposibilidad de la formación de nuevos contextos y escenarios.
Pero, ¿es posible un cambio en los contenidos de los mensajes que son trasmitidos a través de los medios de comunicación, cuán viable es esta posibilidad?
Una interrogante que, con toda certeza, exige de una experiencia que-hasta el momento-nadie ha apostado por desarrollarla. Lo que no significa que no pueda llegar a ser una realidad.