miércoles, octubre 04, 2006

LAMBAYEQUE: CULTURA VIVA


Por: Pierre Ortega Chacón y Ernesto Sánchez Tello

Desde Chiclayo a Pacora y de Jayanca al cerro la vieja todos dicen: cual es el cielo.
En Motupe está mi cruz, se celebra con anhelo, ella bajará del cerro es la cama de Jesús”.

Este fragmento puede resumir el sentimiento del pueblo lambayecano hacia el exterior.

La ciudad de Lambayeque fue fundada el 12 de febrero de 1821 por el General José de San Martín, aunque algunos autores sostienen que fue fundada por Don Simón Bolivar; sea quien fuere realmente su fundador lo cierto es, que desde su fundación la ciudad de Lambayeque ha adquirido costumbres que le han ayudado a crearse una identidad propia, lo cual a su vez le ha permitido diferenciarse de sus vecinos.
Entre las costumbres de los lambayecanos tenemos la chicha, la cual es una bebida popular de la cual existe una gran variedad de tipos: chicha de jora, chicha de maní, chicha de pata de toro, etc; es preparada de manera artesanal e incluso es conocida en otros países y es la bebida preferida en las distintas fiestas que se celebran en esta provincia. Entre los platos típicos que identifican a esta parte del país tenemos el arroz con pato, el seco de cabrito, el sancochado, etc. El dulce representativo de Lambayeque es el King Kong el cual es preparado de manera artesanal para que no se pierda el sabor que lo identifica. En lo referente a fiestas, la considerada por muchos como la mas importante es la fiesta de La Cruz de Chalpón, fiesta celebrada el 5 de agosto de cada año en la ciudad de Motupe y a la cual acuden una gran legión de peregrinos algunos de los cuales provienen del extranjero; su importancia es tal que incluso a llegado a ser la segunda en importancia en el Perú. En lo que se refiere a los bailes que identifican a Lambayeque tenemos la marinera norteña y el tondero.
El pueblo de Salas es famoso por la existencia de brujos y chamanes la brujería es el bálsamo medicinal de los pobres. Los curanderos, hechiceros y adivinos de este distrito conservan intactos, pese al avance cultural los usos costumbres y creencias ancestrales la gente concurre a este distrito en busca de curación o para resolver sus problemas sentimentales hay brujos maleros que compactan con el diablo, invocan a los difuntos para que indiquen el origen de cualquier mal o daño como el daño mortal o para que fracasen en el trabajo o en el negocio, los brujos se diferencian por su dedicación: así como hay maleros también hay los enguayanchadores que son expertos en asuntos amorosos, los adivinos que pretenden leer el porvenir y los sobadores que se dedican a hacer curaciones con masajes y otras técnicas, los rituales se ejecutan utilizando vegetales y yerbas como el romero, la ruda, el cuncuno, la sábila, etc; animales como el cuy, la lechuza, el macanche, los caracoles, las gallinas negras y minerales como el alumbre, el azufre, el cuarzo, etc.