lunes, abril 18, 2005

¿Desplazará lo electrónico a lo impreso?

FIORELLA PATRICIA COBEÑAS HUANAMBAL.
Leer El futuro del libro de Umberto Eco, nos podrá ayudar a disipar cualquier duda que tengamos con lo referente a la situación del material escrito o impreso ante la nueva era electrónica.
Si muy bien tenemos conocimiento que lo impreso es más antiguo que lo electrónico, y que este ha generado el "desplazo" de otras cosas, en nosotros nace la duda si también lo hará con el material escrito. Ante esta pregunta la o duda, la mejor respuesta que es este caso obtendríamos es que "Nunca nada ha acabado con nada", por el contrario a ayudado a su mejora, o lo ha cambiado profundamente.
El material escrito, o para ser más directos o precisos, el libro nunca quedará obsoleto por la aparición de un computadora. Ya que para aprender el uso de ciertos programas, muchos usuarios, suelen imprimir las instrucciones y leerlas como si las estuvieran en un libro.
Si marcamos ventajas y desventajas de las lecturas electrónicas ante las lecturas impresas. Vemos que los libros sacan grandes ventajas ante los dispositivos electrónicos, pues son más resistentes a los golpes, viajan a nuestra velocidad y sobre todo nos permiten retomar la lectura al día siguiente. Así, también la nueva tecnología nos podrá ayudar a reducir los espacios ocupados por las enciclopedias en nuestras bibliotecas, ya que nos proporcionarán los contenidos en reducidos compac-discs.
Los libros seguirán siendo indispensables para cualquier circunstancia en la que uno deba leer con atención, para recibir información, especularla y reflexionar sobre ella.
Hoy en día muchos jóvenes hacemos uso de la nueva tecnología, con el uso de la Internet, para buscar información, esto no quiere decir que han dejado de lado los libros o el material impreso, pues estos para la lectura de dicha información optan por la imprimirla.
La aparición de nuevas tecnologías nos lleva a saber claramente, "Que no es lo mismo leer una pantalla, que leer un papel".
El estar frente a una computadora por varias horas, nos lleva a buscar el descanso de nuestras vistas, en la lectura de un libro, periódico, revista o material impreso.