Escribe: Rocío- Arteaga Muñoz
Trabajo desde siempre y nunca creo que ha dejado de hacerlo. Por más que no tenga plata. Tengo que vender caramelos (Carlitos, 8 años, vendedor ambulante de caramelos).
Con la mirada perdida y el tono de voz triste y desconsolado y sin abrigar ningún tipo de esperanza, Carlitos nos responde así a la ingenua pregunta : ¿desde cuándo trabajas?
Llega la mañana y aunque el cansancio del día anterior de trabajo hace difícil y hasta traumático su despertar, sale de la cama, no desayuna, coge su bolsita de caramelos que está por la mitad, y se dirige nuevamente a las calles a enfrentarse al resto de los habitantes que lo ignoran y que lo miran frívolamente.
Aunque parezca exagerado, la historia personal de Carlitos, se multiplica dos millones de veces más, en condiciones a veces mucho más duras y desconsoladoras o iguales, casi nunca mejores.
Al igual que Carlitos, son dos millones de pequeños cuerpecitos en formación que salen diariamente a las calles, soportando formas de trabajo que- obligatoriamente- los forman, enrudecen, dejan marca y hacen despertar en sus mentes, la malicia y el “ ser resabido” para no ser engañado, humillado ni burlado.
Las investigaciones que se han realizado respecto al trabajo infantil y adolescente revelan que éste ha tenido un crecimiento exponencial en los últimos años. De acuerdo a estas investigaciones, el trabajo infantil se ha multiplicado por nueve con respecto al año 1993 y 2001 y, se ha duplicado respecto al trabajo adolescente. Lo que significa que el sector infantil es el más vulnerable y el que registra los más altos índices de crecimiento.
Ante la comunidad internacional, el Perú ha adoptado acciones para la eliminación progresiva del trabajo infantil y adolescente con la ratificación del “Convenio sobre edad mínima del trabajo” y el “Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil”.
Buscando definiciones
Cuando se trata de definir el trabajo infantil y adolescente, éste es conceptualizado como algunas ocupaciones que realizan niños y niñas por debajo de los 14 años de edad que pueden poner en riego el bienestar de los niños o adolescentes a corto, mediano y largo plazo. Según la Encuesta de Hogares y Condiciones de vida y Pobreza de Enhaho del IV trimestre del 2001, se registraron cerca de un millón 987 mil niños, niñas y adolescentes en condición de trabajadores. Lo que revela una temprana incorporación de los niños, niñas y adolescente a condiciones laborales, la misma que no es discriminada el género. Es decir niños y niñas se inician tempranamente sin importar si son varones o mujeres. Aspecto que si importa cuando se trata de las formas o el tipo de trabajo que realizan.
Dentro de las causas que encontramos para el trabajo infantil y adolescente tenemos tres aspectos fundamentales: como el principal es el de la desestructuración familiar, el segundo, el limitante interés por parte del Estado para hacer cumplir el ordenamiento legal que prohíbe el trabajo infantil y adolescente y, finalmente la presencia de una cultura permisiva y tolerante ante el trabajo infantil
Hay que indicar que el trabajo infantil y adolescente es un fenómeno fundamentalmente rural. Dentro de los departamentos que registran el mayor número de niños y niñas y adolescentes se encuentran en Cajamarca, Lima, Puno con un promedio de 750. mil menores de edad en condición de trabajadores.
En los departamentos en los cuales se ha registrado casos de explotación sexual en el mismo sector poblacional es en el Cuzco, Lima Metropolitana, Tarapoto, Piura, Huancayo, Ayacucho y Lambayeque.
Según la encuesta Enhaho en el año 2001, realizada por el estatal Instituto Nacional de Estadística, del total de niños, niñas y adolescentes trabajadores de nuestro país, el 20% se dedica exclusiva e integramente al trabajo.
El Plan Nacional de Acción por la Infancia y Adolescencia del 2002- 2010, es un documento de trabajo en el cual el Estado peruano coloca, por primera vez, metas cuantitativas sobre la erradicación del trabajo de niños, niñas; enfatizando su preocupación por las peores formas de trabajo infantil con la explotación sexual.
A pesar de que existen instrumentos legales esenciales para evitar que miles de Carlitos continúen saliendo a las calles a trabajar. Sin embargo todo parece igual. Por un lado, existe una insuficiencia , deficiencia y debilidad institucional que no permite canalizar y cumplir dichas normas a favor de la infancia y por el otro lado no hay un compromiso serio por parte de la sociedad civil para eliminar definitivamente estas formas de violencia contra los niños, niñas y adolescentes.
Una cruda realidad que puede ser revertida en la medida que la población pueda movilizarse en contra de estas prácticas antisociales y de compromiso con el futuro y presente del país.
Datos:
El código de niños, niñas y adolescentes del Perú ( Ley Nro. 27337) es el único en América Latina que reconoce, en su artículo 22, el derecho a trabajar del adolescente.
Muchos niños y adolescentes en el Perú son obligados a trabajar. La mayoría de ellos se dedica solamente a ello.
